Home / Barrios Pintorescos

Antiguo barrio musulmán

Las comunidades mozárabes alcanzaron cierta relevancia en nuestra tierra arenense. El barrio árabe o musulmán se situaban en los actuales barrios de La Nava y el Canchal.
Fueron gentes que se dedicaron en gran parte al trabajo de constructores, alfareros, artesanos, arrieros o curtidores, de ahí, su emplazamiento junto al río, para aprovechar sus aguas.
No queda en la ciudad de Arenas muchos vestigios de la presencia de estos árabes y moriscos, a parte de la influencia de las ventanas con alfiz mudéjar en la segunda planta de la Torre del Homenaje del castillo, alguna estructura de casa antigua o el nombre de alguna calle que hace referencia a esta condición de barriada musulmana (como la Calle de la Media Luna, calle de Solomando o la calle y travesía de los Hornos recordándonos los antiguos alfares moriscos).
El Barrio de la Nava se caracteriza por ser uno de los barrios más antiguos de Arenas. ‘Nava’ significa terreno llano y sin árboles- hondonada. Su propio nombre describe a la perfección su ubicación en la villa, a las afueras de esta y al margen del río.
Barrio pintoresco en el que destaca, entre otras cosas, su fuente. Además, es el barrio donde nació el pintor arenense de cobertura internacional, Victorio Rodríguez Gómez.
La Nava ha sido fuente de inspiración para muchos artistas y cantares populares.
El Barrio del Canchal, como su propio nombre indica, es una pendiente llena de canchos o cantos. Conserva su excepcional arquitectura tradicional de casas de piedra y cal, y balconadas y vigas de madera. (Ver Arquitectura Tradicional)
Es uno de los barrios más retratados y fotografiados de la ciudad de Arenas y donde posiblemente se ubicaba parte del antiguo arrabal morisco.

Antiguo barrio judío

En la villa de Arenas existía una comunidad hebrea con categoría de aljama, es decir, que contaba con todas las instalaciones necesarias para desarrollar una vida plenamente judía: sinagoga, rabino, cementerio, carnicería, escuela talmúdica, etc.
La concesión de la carta de villazgo en 1393 hizo que se propiciara el traslado de nuevos pobladores y, entre ellos la comunidad hebrea. No es hasta 1474 que alcanza la categoría de aljama.
Dicha comunidad se ocupaba del comercio, recaudación, préstamo del dinero con usura y actividades relacionadas con la mesta. Aunque también se ocupaban de oficios humildes como el de tenderos, herreros o pescadores.
La comunidad hebrea era la encargada del cobro del montazgo en Ramacastañas y se sabe incluso que, Abrahán Senior, rabino mayor de las aljamas de Castilla se personó en dicha población para recuperar el citado montazgo.
La judería se encontraba en el extremo norte de la población, en un barrio bien emplazado. Una de las vías lleva el significativo nombre de “Calle de la Sinagoga”, lo que nos precisa el emplazamiento del templo hebreo.